¿POR QUÉ DUELE TANTO UNA RUPTURA AMOROSA?

A veces, no solo perdemos una relación de pareja, sino que añadimos otras pérdidas por el camino:

  • Perdemos el apetito.
  • Perdemos el sueño.
  • Perdemos la atención.
  • Perdemos la alegría.
  • Perdemos la autoestima.
  • Perdemos las ganas de hablar.
  • Perdemos las ganas de ver a otras personas,etc.                                                                                                                      Entre tanta pérdida nos preguntamos ¿por qué duele tanto?. Quienes dominan el estudio del cerebro dicen que cuando nos enamoramos aumentan los niveles de dopamina, este neurotransmisor está relacionado  con el placer, con los procesos de emoción y motivación, y entre otras funciones eleva nuestra deseo sexual, nos hace sentir eufóricos, todas estas experiencias agradables hace que necesitemos más de nuestra pareja, quizás de aquí habrá salido el dicho de que el amor es pura química.                                                                                                  Por otro lado, cuando tenemos una ruptura de pareja ¿por qué duele tanto?, tras unos estudios realizados con resonancia magnética funcional, unos investigadores han encontrado unas partes del cerebro que se activan durante una crisis de pareja, estas zonas están relacionadas con el estrés y el dolor físico, de ahí que nos sintamos tan mal ante la pérdida de una relación. Si tenemos en cuenta que la sensación  que genera la dopamina es muy adictiva, podremos entender porqué las rupturas amorosas duelen tanto y sean difíciles de superar, sobre todo si la ruptura se produce en las primeras fases del enamoramiento.
  • Una ruptura de pareja es una pérdida y por lo tanto pasamos por las fases o etapas de negación, ira, negociación, depresión y aceptación,  al igual que en el proceso del duelo, no obstante puede servir de ayuda que a pesar del dolor hay que  intentar no encerrarse en uno mismo, mirar hacia el futuro, aceptar los hechos, hacer cambio de hábitos, tomarse un tiempo para uno mismo, rodearte en cuanto puedas de amigos y familiares que te hacen sentir bien, y si aún así sigue costando la superación es aconsejable acudir a un psicólogo especializado. Tan sólo quédate con este mensaje.¡ Tu puedes! Hasta la próxima.

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